Hábitos
80% de las personas abre el correo todos los días
47% de las personas aseguró que el principal motivo por el que abre todos los correos electrónicos de una marca es que le envían mensajes de su interés
39% revisa su bandeja de entrada de tres a cinco veces al día.
Resultados medibles
El 18% de las empresas logran un ROI de marketing por correo electrónico superior a $70 por cada $1 invertido.
Métricas en tu negocio
La tasa media de apertura: 37.65%
El email marketing no vale para enviar correos
Una herramienta de email marketing (Mailchimp, Active Campaign, Wildmail, Mailerlite, Brevo, Flodesk) no es un gestor de correos para enviar correos a mucha gente, tiene funcionalidades super interesantes para espiar lo que hace el receptor del correo y casi que es nuestro deber aprovecharla para rentabilizar la propia herramienta.
Al tener todos estos datos como: cuando abre el correo, cuántas veces, si abre el enlace adjunto etc; nos vale como punto de partida para personalizar la experiencia del suscriptor y llevarlo a convertirse en cliente.
Cómo empecé con mi newsletter
Tengo una newsletter con pocos suscriptores pero no desisto en comunicarse todas las semanas y llevar a cabo acciones de marketing, retos, secuencias automatizadas en base a las aperturas y reacciones de los suscriptores.
Gracias a esto he conseguido ventas que de otra forma no hubieran ocurrido. Las redes sociales nos saturan, podemos ver algo que nos interesa y se nos pierde en la inmensidad de contenido que hay. Con una newsletter llegas más directa y enfocada al posible cliente, metiéndote en su mente. Estarás presente cuando te necesite, cuándo realmente quiera dar el paso comprará. Ocurrirá porque recibirá un correo personalizado en base a los intereses demostrados con su actividad.
¿Te ha pasado?
Cuando llevas un tiempo pensando en comprar algo no das el paso por lo que sea, si recibes un poquito más de atención ¿a que acabas comprando?
Llevo dos años emprendiendo y me hice la newsletter al comenzar porque entraba dentro del pack de formación, necesitaba practicar con mi caso para luego ofrecérselo a los demás.
Flipé con lo que me decían los datos
Comencé a escribir asiduamente, sobre mi vida, mi emprendimiento, lecciones de vida que me da mi bebé, pero no pasé nunca a la venta. En todos los correos había un CTA (call to action) o llamada a la acción, pero de ahí no pasaba.
Hasta que un día, revisando las estadísticas de mi newsletter comprobé algo alucinante. Me habían salido 3 clientes de la nada, literal! No entendía porque me habían comprado (porque aunque hablaba con ellos de vez en cuando) no consideraba que se pudieran convertir en clientes.
¡Pero pasó! Allí estaban, esos tres clientes eran los que más me leían, no conseguí la venta por una automatización, ¡Fatal! porque hubieran sido mis clientes mucho antes, pero la propia herramienta ya me estaba “chivando” que estaban interesados en mí y en mis servicios.
Pasaron a comprarme cuando me vieron en un evento, pero si les hubiera atendido con un correo personalizado para facilitar la venta, antes hubieran comprado. Y si yo no hubiera ido al evento, no se hubieran acordado de mí.